Control de Termitas

Por primera vez, disponemos de un método que nos brinda la capacidad de erradicar las termitas en su hábitat natural. El Sistema de Cebos con inhibidor de la síntesis de la quitina es capaz de erradicar por completo las colonias de termitas subterráneas mediante una tecnología de gestión integrada que se aplica sin causar molestias.

Además, esta tecnología garantiza un control efectivo y una protección duradera contra los daños causados por las termitas, todo ello dentro de un sistema de tratamiento único e integral.

Las termitas subterráneas se destacan por su hábito de construir nidos bajo tierra. Estas pertenecen al género Reticulitermes y se encuentran prácticamente en toda la Península Ibérica, con al menos dos especies identificadas, R. Banyulensis y R. Grassei.

Estas termitas subterráneas establecen nidos o centros reproductores estacionarios, generalmente ubicados bajo tierra. Desde estos puntos, las obreras salen en búsqueda de alimento. A diferencia de otras termitas que pueden obtener la humedad que necesitan de la madera misma, las termitas subterráneas requieren una mayor cantidad de humedad, la cual obtienen principalmente del suelo, aunque también pueden beneficiarse de fugas en las tuberías de agua o de la condensación, entre otras fuentes.

Mientras que las termitas de madera húmeda y de madera seca tienden a formar colonias pequeñas confinadas exclusivamente dentro de la madera, las colonias de termitas subterráneas suelen ser considerablemente más grandes y pueden constar de un solo centro reproductor o de varias unidades interconectadas, conocidas como policaícas.

Las termitas de la madera seca se caracterizan por la construcción de sus nidos en árboles, trozos de madera o componentes de madera procesada, siempre evitando el contacto con el suelo. Este grupo incluye las siguientes especies:

• Kalotermes dispar: Esta especie es endémica de las Islas Canarias.
• Kalotermes flavicollis: Es una especie nativa de la región mediterránea.
• Cryptotermes brevis: Originaria del Caribe, el Sur y Centroamérica, esta especie ha sido introducida por el ser humano en las Islas Canarias.

• Los individuos encargados de la reproducción primaria, en sus etapas iniciales, son alados. Estos miembros de la colonia presentan una piel más resistente y oscura en comparación con las otras castas. Además, cuentan con un par de ojos compuestos y dos ocelos (ojos simples) que los atraen hacia la luz, lo que los lleva a salir del termitero en forma de enjambres.
• Las alas, que son más largas que el abdomen, se mantienen planas cuando están en reposo, a diferencia de las hormigas cuyas alas, en reposo, se pliegan sobre el abdomen.
• Cuando estas termitas aladas aterrizan en el suelo, forman parejas, rompen sus alas en la base y trabajan juntas para establecer un nuevo nido.
• Una vez que se ha formado la pareja reproductora, se inicia la construcción de un nuevo nido. La hembra pone huevos y el macho permanece a su lado, copulando de forma intermitente a lo largo de su vida. A medida que los ovarios de la hembra se desarrollan, su abdomen se ensancha considerablemente, lo que se conoce como fisogastria.
• Es importante destacar que la termita reina es uno de los insectos más longevos en el reino animal, pudiendo vivir hasta 50 años. Las termitas aladas no emergen hasta el segundo o tercer año de vida del termitero.
• Los reproductores suplementarios o secundarios emergen en la sociedad de termitas solo cuando la población de obreras y soldados alcanza niveles muy elevados. Su papel principal es reemplazar a los reproductores primarios en caso de necesidad o si alguna parte de la colonia queda aislada de la influencia de la pareja real.
• Las obreras constituyen el grueso de la población en la colonia. Su labor consiste en expandir el termitero, buscar alimento y alimentar al resto de los miembros de la colonia. A pesar de ser machos y hembras, son estériles, ya que sus órganos reproductores se detienen en sus primeras etapas de desarrollo. Estos insectos, que carecen de visión y tienen un color blanco, poseen patas cortas y robustas, así como mandíbulas fuertes y quitinizadas diseñadas para el trabajo colaborativo.
• Los soldados, por otro lado, se destacan por su apariencia "monstruosa", caracterizada por una cabeza considerablemente más grande en comparación con el resto del cuerpo. Esta cabeza está fuertemente blindada como una coraza y cuenta con mandíbulas altamente desarrolladas. Los soldados pueden ser machos o hembras estériles y alados, y dependen de las obreras para su alimentación, ya que no pueden alimentarse por sí mismos. Tienen un orificio en la cabeza llamado fontanela, a través del cual pueden expulsar un líquido viscoso que utilizan como defensa contra sus enemigos. Los soldados desempeñan un papel fundamental en la defensa de la colonia; por ejemplo, si se forma un agujero en el termitero, lo tapan con sus cabezas o utilizan sus poderosas mandíbulas para asustar o golpear las paredes del termitero como medida disuasoria.

• A pesar de que las termitas pueden causar daños en la agricultura, afectando a cultivos como árboles frutales y, de manera especialmente significativa, a las vides, nos enfocaremos en los perjuicios que ocasionan en el entorno urbano.
• Dentro de este contexto, las termitas pueden dañar una amplia variedad de materiales en busca de alimento. Esto incluye no solo la madera estructural de edificios (como vigas, suelos, paneles, marcos de ventanas y puertas), así como el mobiliario en el interior, sino también cualquier revestimiento de madera o papel en las paredes y cualquier material que contenga celulosa (como papel, libros, cartón, algunos tipos de tejidos, entre otros).
• Como referencia, una colonia promedio de termitas, compuesta por alrededor de un millón de individuos, consume aproximadamente 40 gramos de madera al día, lo que se traduce en unos 14,5 kilogramos de madera al cabo de un año.
• Además, existen materiales inorgánicos que las termitas no utilizan como fuente de alimento pero que pueden verse afectados. Por ejemplo, aunque las termitas no pueden digerir fibras sintéticas presentes en muchos tejidos, en ocasiones, dañan alfombras y otros tejidos sintéticos al crear orificios y galerías mientras exploran en busca de alimento.
• Los tubos protectores que cubren cables eléctricos, de telecomunicaciones y otros, también pueden ser atravesados por las termitas, lo que ocasiona molestias y costes económicos asociados.
• Adicionalmente, a estos daños importantes causados por las termitas obreras en busca de alimento, debemos añadir los perjuicios ocasionales provocados por las termitas aladas durante sus vuelos y formación de enjambres. Estos vuelos pueden perturbar la actividad en lugares públicos como oficinas o escuelas e incluso pueden contaminar alimentos y otros productos. Sin embargo, los vuelos de las termitas aladas también pueden desempeñar un papel crucial en la detección de infestaciones de termitas, ya que a menudo son la primera señal que alerta a los propietarios sobre un posible ataque de termitas y les motiva a tomar medidas para controlar la situación.

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Durante más de 10 años, Biblion, gracias al equipo de investigación identificado en el proyecto Biblion Bio, ha desarrollado procesos de desinfestaciones ecocompatibles.